MERCEDES GALLEGO | CORRESPONSAL NUEVA YORK.
Jorge Mario Bergoglio atravesó la Quinta Avenida hasta Harlem para ir a ver a los niños de la Escuela de Nuestra Señora de Los Angeles
Jorge Mario Bergoglio, en su Fiat 500, atravesó la Quinta Avenida hasta Harlem para ir a ver a los niños de la Escuela de Nuestra Señora de Los Angeles, mientras varias estrellas de Hollywood le calentaban el escenario del Madison Square Garden. Bergoglio, contaban las pantallas, antes de ser el líder de millones de católicos era conocido por darle voz a los que no la tenían. Y eso es lo que hacía ayer en Harlem.
"Me han dicho que una de las lindas características de esta escuela es que algunos de sus alumnos vienen de otros lugares", le dijo a los niños. Desde que llegó a EE UU, el papa argentino se ha presentado en todos los foros como un hijo de emigrantes venido del Sur. El Vaticano incluso consideró que su llegada a este país procediera de México, pero finalmente se inclinó por el mensaje que lanzaba llegar desde Cuba, de cuya reconciliación ha sido artífice. Sin embargo, el desamparo de sus hermanos hispanos en EE UU no se ha perdido en ninguno de sus discursos. Astuto como es y habilidoso con las palabras, el pontífice jesuita siempre lo hila con aquello que sirve de atajo para llegar al corazón de los estadounidenses.
"Bien cerquita de aquí hay una calle muy importante con el nombre de una persona que hizo mucho bien por los demás", entonó Francisco. "Me refiero al pastor Martin Luther King. Él dijo un día: ‘Tengo un sueño’. El soñó que muchos niños, muchas personas tuvieran igualdad de oportunidades. Que muchos niños como ustedes tuvieran acceso a la educación. Es hermoso tener sueños y poder luchar por ellos".
¿Quién le iba a negar a Francisco la legitimidad de soñar junto a Martin Luther King por el porvenir de los niños hispanos? En América, esta que se ha quedado con el nombre de todo un continente, los sueños tienen banda sonora y se proyectan en pantallas gigantes. En la del Madison Square Garden han aparecido gente como Michael Jackson y los Rolling Stones. La última en precederle fue Madonna apenas la semana pasada, con sus crucifijos provocadores y su aire de pecadora, pero quienes entretuvieron a público ayer antes de que Francisco llegara a oficiar la misa presumían de ser católicos.
Eran las cantantes Gloria Estefan y Jennifer Hudson, el cómico político Stephen Colbert y el actor Martin Sheen, en el Festival de la Fe. "Este es un Papa que intenta modernizar a la Iglesia, es muy progresista, por eso vengo a verlo", dijo Susan Green. "Me encanta".
Es el primer papa que ha conseguido devolver la fe a gente como Laura Hollod, que ayer se hizo dos horas y media de cola para entrar en el pabellón deportivo convertido en una fortaleza para proteger al Papa. "Fui a un colegio católico pero perdí el interés. Este me ha ganado porque se preocupa por la justicia social como ningún otro líder de la iglesia que haya conocido".
Hollod ganó la entrada en la lotería de su parroquia y ayer se sentía la mujer más afortunada del pabellón, pero no era la única. Cuando el hombrecillo de blanco entró, bendijo la mercancía comercial que todos se llevarían a casa como si estuviera en rebajas, el rugido dejó chico a las estrellas del pop y del rock que le habían precedido, y nadie tuvo problema para dejar a un lado los perritos calientes durante la misa.
http://www.elcorreo.com/bizkaia/internacional/eeuu/201509/26/papa-sono-iglesia-mejor-20150926004854.html
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