Total Vistas : 3641 Publicado : September 01, 2014 Categoría : Parejas/ Sexualidad |
|
Es bien conocida la expresión "quiero salvar mi relación", haciendo referencia al deterioro conyugal que se da en las parejas, y que luego de un tiempo se dan cuenta que el agua les está tapando la cara y emiten un grito de auxilio. Obviamente, que la gente no sabe lo que dice, cuando dice estas cosas.
Si analizamos detenidamente la frase, la primera reflexión que nos llega es que cuando hablamos de salvar, queremos mantener lo que tenemos. "Mantener lo que tenemos", en breves términos, significaría continuar con la dinámica relacional que nos ha llevado a la derrota. La gente piensa en cambios estructurales, o sea, dejar de hacer cosas o comenzar a hacer otras, esto en cierto sentido, es algo positivo, pero no es lo que en definitiva va a resolver los temas de la pareja. Así que, podríamos decir que "salvar" algo, tiene el significado de "arreglar" un defecto o algo que se está "muriendo", pero que al mismo tiempo queremos conservar. Es como arreglar un carro que se encuentra muy deteriorado, y generalmente por salvarlo en reiteradas ocasiones, lo que hace es traer un déficit económico al bolsillo del propietario, continuando el auto con un deterioro progresivo.
Por otro lado, tenemos una característica adaptativa que nos ayuda a poder sobrevivir emocionalmente, y es la "idealización". Es muy raro que vivamos 100% la realidad a nivel mental, en tiempo y espacio, que tenemos en un momento determinado, por el contrario vivimos como si estuviese pasando lo que a nosotros nos gustaría que esté pasando. A esto me refiero con "mirar al horizonte". El horizonte es un espejismo, no existe, simplemente está en la mente del que lo observa, pero todavía no he conocido la primera persona que me haya dicho que estuvo "de vacaciones en el horizonte", o que se "pasó el día en el horizonte", o que "fue de visita al horizonte". Sin embargo, hablamos del horizonte como si realmente existiera. De igual modo, soñamos con una realidad inexistente, poniendo paños tibios a las situaciones concretas que no nos dejan vivir la relación de manera adecuada, y esperando que la suerte nos dé un giro en la dinámica relacional sin nosotros hacer nada.
Vivir con los pies en la tierra, sacar un balance detallado de lo que ha pasado y de lo que nos está ocurriendo como relación, es lo más idóneo. Comenzar a visualizarnos como responsables de nuestro proyecto conyugal, y observar donde han estado las dificultades para relacionarnos de una manera armoniosa, y "resetearnos" constantemente, entendiendo que, "comenzar desde cero" implica que humildemente hay que renovar de manera constante la relación de pareja, en vez de dejarle las riendas al tiempo, a los esquemas automáticos aprendidos en nuestras familias, generalmente disfuncionales, y planificar de manera conjunta nuestros proyectos como relación.
Deja de mirar el horizonte, que no existe. Tampoco quieras salvar algo que por desgaste está agonizando. Prefiere mejor, sacar balance y comenzar desde cero, con cuentas claras, limpias, y de manera consciente. Los espejismos sólo nos frustran, las idealizaciones nos estancan, más los balances nos aclaran.
Ramón Emilio Almánzar, MA, MCs
Psicólogo/Sexólogo/Terapeuta Familiar
Centro Vida y Familia Ana simó
Twitter: @REAlmanzar
|
Psicologia
Monday, October 13, 2014
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment